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Enrique Vila-Matas

Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948). Nació en Barcelona en 1948. De su obra narrativa destacan Historia abreviada de la literatura portátil, Suicidios ejemplares, Hijos sin hijos, El mal de Montano (Seix Barral, 2012), Doctor Pasavento, París no se acaba nunca (Seix Barral, 2013), Exploradores del abismo, Dietario voluble, Dublinesca (Seix Barral, 2010), Chet Baker piensa en su arte, Aire de Dylan (Seix Barral, 2012), Kassel no invita a la lógica (Seix Barral, 2014) y Marienbad eléctrico (Seix Barral, 2016). Entre sus libros de ensayos literarios encontramos Desde la ciudad nerviosa, El viento ligero en Parma, Una vida absolutamente maravillosa, Perder teorías (Seix Barral, 2010) y El viajero más lento. El arte de no terminar nada (Seix Barral, 2011). Traducido a 36 idiomas, ha recibido, entre otros, el Premio FIL, el Premio Formentor de las Letras 2014, el Rómulo Gallegos, el de la Crítica, el de la Cultura de Cataluña, el Ciutat de Barcelona, el Herralde de Novela, el Fundación Lara, el Leteo, el de la Real Academia Española, el Argital, el del Círculo de Críticos de Chile, el Meilleur Livre Étranger, el Fernando Aguirre-Libralire, el Médicis-Étranger, el Jean Carrière, el Ennio Flaiano, el Elsa Morante, el Mondello, el Bottari Lattes Grinzaine y el Gregor von Rezzori. Es Chevalier de la Legión de Honor francesa, pertenece a la convulsa Orden de Caballeros del Finnegans, y es rector (desconocido) de la Universidad Desconocida de Nueva York (McNally Jackson).

 

ACTA DEL JURADO 2014

Reunido el jurado del Premio Formentor, constituido por Cristina Fernández Cubas, Eduardo Lago, Aurelio Major, Ignacio Vidal-Folch y su Presidente Basilio Baltasar, después de ponderar y evaluar las candidaturas presentadas por los miembros del jurado, ha decidido reconocer por unanimidad los méritos de la obra del escritor Enrique Vila-Matas y concederle el Premio Formentor de las Letras 2014.

El jurado desea subrayar la elegancia literaria con que Vila-Matas ha renovado los horizontes de la novela, dándole un ímpetu creativo que la ha situado de nuevo como gran crisol de las influencias, las voces e inspiraciones de nuestra cultura.

Vila-Matas ha desmentido con su prolífica obra narrativa la supuesta decadencia de un género que sigue mostrándose como el más eficaz relato de la conciencia contemporánea. Los procedimientos narrativos inventados por el autor catalán han supuesto una enérgica contribución al vigor de la literatura escrita en español y ha sido reconocida en Europa y Estados Unidos como una de las más significadas creaciones literarias de nuestro país.

El autor de obras tan destacadas en la reciente historia de nuestra literatura como La asesina ilustrada, Historia abreviada de la literatura portátil, Hijos sin hijos, Bartleby y compañía, El mal de Montano, Doctor Pasavento, Dublinesca, Aire de Dylan o Kassel no invita a la lógica, ha sostenido un empeño coherente que adquirió, desde sus primeras creaciones en la década de los setenta, una voz propia e inconfundible. Un estilo personal que ha seducido a lectores europeos y americanos, entusiasmados por una imaginación que difumina las fronteras entre realidad y ficción, autor y personaje, lectura y vida.

Uno de los méritos del autor que los miembros del jurado quieren destacar es el modo en que ha sabido abordar asuntos conflictivos y angustiosos de nuestro tiempo con una destreza literaria que ha hecho del ingenio, el humor y el espíritu lúdico un reconfortante punto de vista. Un estilo narrativo pero también una certeza filosófica que restaura la soberanía del individuo como eje moral de una existencia destinada a la plenitud, la inteligencia y el desenfado.

Enrique Vila-Matas es además uno de los pocos autores españoles adoptados por el público joven latinoamericano, que ha reconocido en su obra cosmopolita la negación de unas fronteras que parecían insuperables. La complicidad y simpatía con que ha sido recibida confirma el territorio estético y lingüístico inaugurado por su narrativa: un relato abierto a la imaginación libre de restricciones costumbristas y fertilizado por el incesante acontecimiento artístico contemporáneo y por las tradiciones literarias que le han precedido.

La absorción de autores y obras desapercibidas en nuestra memoria cultural, la perspicaz integración de olvidadas contribuciones literarias, han hecho de la obra de Vila-Matas una polifonía que da a la figura del Autor un nuevo significado: creador de formas narrativas inesperadas pero también heraldo de lo que había sido olvidado por la perezosa amnesia de nuestro tiempo.

La lectura de la originalísima obra de Vila-Matas es también la de una tradición felizmente entregada a la innovación que sólo pueden llevar a cabo los grandes creadores.

Por todo ello, nos complace conceder a Enrique Vila-Matas el Premio Formentor de las Letras 2014.

Formentor, 27 de abril de 2014